Elementos de las habilidades sociales (II)

En una entrada anterior «Elementos de las habilidades sociales (I)» abordaba el tema de las habilidades sociales y, en concreto, trazaba un breve esquema de los elementos conductuales de las mismas.

Hoy es el momento de centrarnos en los otros dos elementos que completan las habilidades sociales: los elementos cognitivos y los elementos fisiológicos.

Repasemos estos dos elementos de idéntica manera a cómo lo hicimos con el elemento conductual:

2) Elementos cognitivos.

Se refieren a los procesos encubiertos de la persona tales como pensamientos y creencias que no se manifiestan explícitamente en la comunicación.
Podríamos hablar de cinco elementos.

2.1) Las competencias.

Se refiere al conocimiento de las conductas sociales y las conductas habilidosas adecuadas, es decir, qué es lo que se hace en cada momento y cómo se debe hacer, así como el conocimiento de las diferentes señales de respuesta por parte de los interlocutores sociales, que nos permitan realizar comportamientos adecuados.

Punto y aparte merece en este punto la inclusión de la empatía o el saber ponerse en el lugar de la otra persona.

2.2) Las estrategias de codificación y constructor personales.

Se refiere a la manera en que la gente percibe, piensa, interpreta y experimenta su entorno. Dentro de este aspecto se encuentra la percepción social o interpersonal adecuada.

2.3) Las expectativas.

Podríamos definirlas como las predicciones que el individuo realiza  sobre las posibles consecuencias de su conducta.

2.4) Las preferencias de valores subjetivos.

Están en la base de los diferentes comportamientos entre los que las personas escogen a la hora de enfrentarse a una situación social.

2.5) Los sistemas y planes de autorregulación.

Esta variable se concentra en las propias ideas del sujeto sobre sus patrones de actuación y sus objetivos, así como sus mecanismos de recompensa y crítica. Son ejemplos las autoverbalizaciones, las autoinstrucciones, la autoobservación, los patrones patológicos de atribución y fracaso social y los patrones de conducta excesivamente elevado. Todos estos conceptos están relacionados entre sí y que llevan al concepto de autoestima.

3) Elementos fisiológicos.

La frecuencia cardiaca, la presión y  el fluyo sanguíneos, las respuestas electrodermales y electromiográficas y la frecuencia respiratoria son elementos fisiológicos.

De ellos, resultan especialmente importantes en relación con la habilidad social aquéllos de los que el sujeto es consciente. Esto se debe a la relación que existe entre ansiedad y respuesta fisiológica ante la misma (la ansiedad es la responsable fundamental de las barreras de la comunicación debidas al emisor).

Han sido los menos utilizados en el estudio de las habilidades sociales por ser considerados los menos fiables con respecto a las predicción de conductas sociales complejas.

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A nivel personal me parece muy interesante el simple hecho de darnos cuenta de todas las variables que intervienen en un fenómeno tan cotidiano como la comunicación con otra persona o cualquier tipo de relación de esas que mantenemos decenas de veces al día.

Entiendo que considerar estas interacciones como un algo sistémico y complejo nos puede ayudar tanto a mejorar como a no desmoralizarnos cuando emprendemos una mejora que no consigue los resultados perseguidos. Quizás pulsar una palanca en una maquinaria tan compleja no signifique un cambio de comportamiento.

Analiza lo que les funciona a otros y trata de imitaro hasta conseguir en tí mismo los resultados que persigues. Todo lo que puedas aprender por el camino, ten por seguro que te cendrá fabulosamente.