Metas son amores (Zig Ziglar in memoriam)

Acabo de leer en Fox News y en el blog de Seth Godin que ha muerto Zig Ziglar a los 86 años de una neumonía. Zig Ziglar ha sido un referente desde hace muchos años en la literatura norteamericana sobre motivación. Sirva como humilde homenaje la entrada «Metas son amores» que publiqué ahora hace un año basada en uno de sus libros y como herencia una bella cita:

«Tu actitud, no tu aptitud, es la que determinará tu altitud»

Zig Ziglar

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Nos convertimos en lo que pensamos

Estaba leyendo un libro de Zig Ziglar un famoso autor motivacional y me topé con una clasificación que hace de las metas que quería compartir con vosotros.

Como sabéis el GTD es un sistema de productividad que se basa en acciones pero estas acciones deberían formar parte de un plan o proyecto, un plan que hemos trazado para conseguir una meta o resultado (releed “Piensa en resultados”).

 El bueno de Zig, sin hablar de GTD, nos dices que las metas son AMORES, un bonito acrónimo que significa lo siguiente:

 1) “A” de Alcanzables. A la hora de definir una meta debemos buscar el equilibro entre algo inalcanzable y cuya búsqueda infructuosa nos generará frustración y algo tan sumamente burdo que no resulte ninguna clase de reto para nosotros.

 2) “M” de Medibles. Que una meta sea medible significa que podemos medir el progreso realizado hasta su logro. Incluso las metas más abstractas pueden desglosarse en pequeños retos semanales y hacer una revisión semanal de los miniretos y su cumplimiento nos indicará que vamos bien encaminados en el logro de la gran meta”.

 3) “O” de Oportunas. Las metas deben estar adaptadas a nuestro estilo de vida y resultar oportunas al mismo. Si tenemos una meta y una fecha de consecución trace el plan que resulte más oportuno a su estilo de vida. Por ejemplo, si tenemos que leer un documento de 60 páginas, podemos leer 10 páginas cada día de Lunes a Sábado o reservar dos horas del Sábado para leerlo todo de golpe. Elija lo que más oportuno le resulte.

 4) “R” de Realistas. Una meta debe tener una oportunidad realista de ser alcanzada aderezada con la creencia firme de que lo logrará. El bueno de Zig habla de los planes para perder peso y las dietas milagro. No es precisamente realista pensar que vamos a perder en una semana el peso que hemos acumulado durante años. Hay muchas metas que implican un cambio de vida, un cambio de hábitos. Sea realista a la hora de planificar la consecución de sus metas.

 5) “ES” de Específicas. Debemos especificar el objetivo a conseguir lo más detalladamente posible. Evidentemente si nos ponemos una meta como “voy a ser mejor persona” es muy fácil que fracasemos dado que no hemos concretado qué es ser mejor persona para nosotros. En cambio si somos capaces de desglosar esa meta en metas más específicas que como decíamos en el punto 2) repasamos periódicamente, el cumplimiento de estas minimetas nos llevará a la gran meta de “ser mejor persona”. Aunque no es posible medir todas las metas si es posible medir el progreso para llegar a ellas.

Nuestra vida no puede desarrollarse de acuerdo a un plan si no tenemos ningún plan. Sé que todo esto puede resultar un tanto de perogullo pero estoy aburrido de ver a gente ocupar toda su jornada laboral haciendo cosas que ni siquiera sabe si deberían hacerse. Simplemente las hace porque le llegan.

Un sistema GTD no es suficiente si nos quedamos en la parte puramente mecanicista del mismo. Es necesario levantar la cabeza cuando tenemos el balón en los pies y ver si hay alguien al que centrar. Al igual que el fútbol no consiste sólo en correr con el balón en los pies GTD no consiste en hacer y hacer, si no le damos un sentido a lo que hacemos.

Recuerda que el propio David Allen habla de todo esto en su modelo de seis niveles. Recuerda que el objetivo último de la productividad es tener “la mente como el agua” y plantéate ¿para qué? ¿Para qué quiero más tiempo “libre”?

La respuesta, en mi opinión, es muy clara: para que establezcas las metas que harán que tu vida sea mejor.

Trabaja en tus metas y celebra tus logros. Hay que disfrutar del viaje tanto o más que de alcanzar el destino.