Minicasas y productividad personal

Ultimamente estoy intentando caminar regularmente. Lo hago por dos motivos: primero, la OMS aconseja caminar 10.000 pasos todos los días para mantener un buen tono físico; esos diez mil pasos son aproximadamente siete kilómetros, lo que no es moco de pavo. Segundo, en breve me voy de vacaciones y mis vacaciones son siempre época de andar. Habitualmente aprovecho para conocer uno o varios países extranjeros; viajo a mi aire y suelen caer unas caminatas considerables, todos los días, un día tras otro, durante las dos o tres semanas que dure el viaje.
Pero no quería hablar de eso, quería hablar de un programa de TV que vi ayer mientras estaba descansando tras una de mis caminatas. Hay tiempo para hacer y tiempo para descansar. Reconozco que a veces me extralimito y me tumbo en el sofá y veo lo que pongan. Casi no veo tele pero este es uno de los escenarios en los que me puedo tragar, literalmente, cualquier cosa.
Total que el programa, creo que de Divinity, iba de dos tíos que construían minicasas. Posiblemente alguno lo hayáis visto. Parece que es un fenómeno que está arrasando en USA (allí les llaman tiny houses) y básicamente son casas de 25 o menos metros cuadrados. Sin duda, la crisis ha favorecido esta moda.
Si entrar a juzgar la moda en sí, me gustaba lo que estaba viendo porque en cierto modo apreciaba relación con la productividad y, evidentemente, con el minimalismo (a la fuerza ahorcan, que se dice).
Quiero compartir con vosotros tres “apuntes” que saqué del programa:
1) Los participantes quieren una casa que encaje en su estilo de vida y no al revés.
Aquí en España somos más de comprarnos el casoplón (y de vivir en casa de nuestros padres hasta los 45 para tener dinero suficiente para el casoplón) primero y luego ya veremos. En USA la gente tiene mucha movilidad en el trabajo y adapta su vida a sus condiciones y se ata tanto como nosotros, digamos que son más flexibles. En principio le veo más lógica que al hecho de atarte casi de por vida a una ciudad y sobre todo a un banco (recordad, el banco no es vuestro amigo).
¿Qué relación le veo con la productividad personal?
Pues mientras lo veía, imaginaba la minicasa como un sistema de productividad personal. Poner por delante tus metas y valores contribuye a construir un sistema de productividad que sea “para ti” y te ayude a llegar donde quieres llegar. La motivación es clave en todo cambio.
2) En una minicasa todo está hecho a medida.
Como comprenderéis, vivir una pareja con dos niños pequeños en 19 metros cuadrados no es sencillo. Necesitas muchísimos muebles multifuncionales: sofás que se convierten en camas, mesas que se despliegan modularmente, elementos portátiles, con ruedas, etc.
¿Qué relación le veo con la productividad personal?
Un sistema de productividad personal como GTD es, sin duda, bueno. Pero creo que lo mejor es un sistema de productividad personal que tú adaptes a tu necesidad, eso sí, siempre de la mano de un experto. El experto puede ayudarte a crear artefactos personalizados de valor contrastado.
El experto te puede decir lo que funciona y lo que no, te puede dar ideas o, mucho mejor, hacer que seas tú quién tenga esas ideas. Lo que tengo claro es que hay algo más potente que un sistema estándar y eso no es otra cosa que tu propio sistema.
3) Recursos infinitos conllevan desperdicios infinitos.
Tener una casa de 120 metros (o de 200 y pico que creo que es la media en USA) hace que la gente no se preocupe por el espacio. En realidad, esto fomenta otras cosas peores como la acumulación de cosas sin sentido (saludos a Diógenes) y yo diría que hasta un consumismo exagerado (siendo la adquisición de la mega-casa parte importante de esa dinámica).
No obstante, si tienes 19 metros cuadrados tienes la obligación de pensar muy bien lo que metes en tu casa o acabarás saliendo tú por la ventana.
¿Qué relación le veo con la productividad personal?
Conocer los recursos con los que cuentas es fundamental para saber qué puedes hacer y qué no mediante tu sistema de productividad. Si crees que por el mero hecho de tener un sistema, propio o estándar, vas a poder hacer todo lo que tienes que hacer estás muy equivocado.
Los límites son muy importantes en la productividad personal, tanto para saber lo que puede dar de sí tu sistema (y centrarte en hacer lo verdaderamente importante), como para tratar de ampliarlos.
Por otro lado los límites favorecen la acción: una fecha límite ayuda en la mayoría de los casos a que nos pongamos las pilas y hagamos algo que hemos estado procrastinando. Comparativamente el espacio en las minicasa hace que la gente optimice lo que mete dentro y cómo usa estos elementos para sacar el máximo rendimiento.
No quiero alargarme demasiado pero también me parecieron interesantes algunas técnicas usadas para desprenderse de los objetos acumulados. Por ejemplo, dibujar tres círculos en el jardín (“Donar”, “Reciclar” y “Quedármelo”) con espray para depositar objetos dentro de ellos y hacer que el de “Quedármelo” fuese de un tercio del tamaño de los otros dos.
Por último, me gustó también que, tras entregarles la minicasa, el programa hacía un pequeño seguimiento de cómo les había ido viviendo en ella. Inevitablemente, los participantes habían cambiado cosas, añadido nuevos elementos y eliminado algunos (aprender mediante el error) y todos coincidían en que vivir en una minicasa fomentaba la creatividad.
En resumen: supongo que estoy perdiendo el juicio porque veo cosas relacionadas con la productividad en un programa aleatorio de Divinity pero, si tuviese que cerrar con una frase ésta sería algo así como:
Definir un sistema de productividad personal ayudado por un experto, partiendo de tus actuales necesidades y teniendo claro hacia dónde quieres ir, es la mejor manera de fomentar el compromiso y enfrentarte a las limitaciones, creciendo día a día y aprendiendo de tus errores hasta llegar a la excelencia