¿Qué es Marca la diferencia (MLD)?

“Los mejores de entre nosotros no están más dotados que los demás. Simplemente dan pequeños pasos todos los días mientras caminan en pos de una vida más completa”

 

Leí esta frase en un libro de Robin Sharma hace ya un tiempo y se me quedó “clavada”. La diferencia personal no es cuestión de genios ni de superdotados: es básicamente cuestión de trabajo.

Creo firmemente que tanto hacer las cosas mejor como descubrir nuevos enfoques o sentir nuevas emociones es algo que puede trabajarse.

Marca la diferencia (“MLD” para los amigos) es un cuaderno de notas personal, notas pasadas más o menos a limpio, que espero que resulte útil ; a mí en primer lugar y a todo el que en algún momento lo ojee, por añadidura.

Mi trabajo como consultor de servicio al cliente, me permite incluir las relaciones humanas entre mis habilidades profesionales pero tampoco me cualifica para hablar de todo esto más que a otro que va al súper a hacer la compra, se reúne con sus amigos, de vez en cuando visita a la familia y día a día “pelea” con su pareja.

Soy, por tanto, un aprendiz de diferenciador y un proyecto de persona diferente como creo que lo somos todos los que sentimos alguna inquietud, del tipo que sea.

En este espacio hablaré de temas sencillos, al alcance de quien quiera alcanzarlos, aplicables tanto en la vida “personal” como en la “profesional” (¿acaso tenemos más vidas que un gato?).

Albert Einstein decía que la demencia es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes. Si esto es así (y el bueno de Albert tenía bastante buen criterio) he de decir que conozco a un montón de dementes.

He decidido seguir los cánones más clásicos y diferenciar siguiendo tres criterios:

  • Cuerpo – El cuerpo es lo que hacemos y cómo lo hacemos, el puro músculo que desarrollamos en nuestras tareas personales y profesionales.
  • Mente – La mente es lo que pensamos y por qué pensamos eso y no otras cosas diferentes.
  • Alma – Alma es lo que sentimos, lo que somos. Es lo que integra a cuerpo y mente en pos de algo superior, algo diferente.

Quiero que estas tres patas formen un banco sólido donde pueda sentarme tranquilo como profesional y como persona. Es, ante todo, MI proyecto. Si algo te sirve, perfecto, eres libre de cogerlo. Si no…espero que encuentres lo que buscas en cualquier otro lado.

Advierto, a modo de prospecto farmacológico, que hablaré de metodologías de productividad y de zen, de pensamiento lateral y de PNL, de mapas mentales y de inteligencia emocional. Y estas cosas pueden afectar seriamente a la salud.

De todos modos, si con alguna de ellas te sientes incómodo y empiezas a mover el trasero en la silla frente a tu ordenador…te aclaro que no es necesariamente malo, sólo significa que estás vivo. A mí me ocurre y, en cierta medida, me reconforta.

Reivindico la diferencia siempre que vaya en pos de la excelencia. Creo que no somos todos iguales, ni falta que hace. Muchos que hablan de igualdad lo hacen desde la diferencia más extrema e interesada respecto de los que pretenden «igualar». Otros que hablan de la riqueza de la diferencia lo hacen con ocultos intereses, usualmente políticos o económicos.

Así pues reivindico una sociedad mejor, libre de organizaciones enfermas, llámense empresas, partidos políticos, familias o pareja. Algo tiene que cambiar y he decidido empezar por mí mismo.

Hay una cita de Martin Luther King que resume mucho mejor que mis pobres palabras lo que significa la diferencia personal:

Si un hombre está llamado a barrer las calles,
debería barrer las calles igual que pintaba Miguel Ángel,
componía Beethoven o escribía Shakespeare.
Debería limpiar las calles tan perfectamente
que los moradores del cielo y la tierra se detuvieran para decir:
“Aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo”

Así pues, de lo humano a lo divino, de lo concreto a lo general y viceversa, de todo eso va “Marca la diferencia”, el proyecto de un proyecto, en permanente construcción, que no es otro sino yo.