Experimenta con los mapas mentales

Los mapas mentales son un “invento” de Tony Buzan un psicólogo inglés que los popularizó allá por los 70 con un programa en la BBC y varios libros (libros que sigue escribiendo hasta el día de hoy).

Según el propio Buzan llego a descubrirlos cuando fue consciente de que los métodos tradicionales de estudio no le daban los rendimientos esperados. Medidas tan simples como subrayar los libros de texto le hicieron darse cuenta de que el impacto visual del subrayado contribuía a una mejor retención de los conceptos.

Paralelamente, descubrió el arte de la oratoria de los griegos y los dos pilares en los que se basaba la construcción de su discurso: la imaginación y la asociación. En sus investigaciones, el bueno de Tony descubrió que grandes personajes como Leonardo da Vinci utilizaba en sus notas imágenes, códigos y líneas que entrelazaban todo esto.

Con estos antecedentes, nos pone en la pista de los mapas mentales, según él el método ideal para conseguir fijar conceptos en nuestro cerebro porque utiliza técnicas que son más fácilmente asimilables por el cerebro que la tradicional toma de notas en un cuaderno.

¿Qué es un mapa mental para Tony Buzan?

  1. Un mapa mental es un método de análisis.
  2. Un mapa mental es una técnica para organizar con facilidad los pensamientos.
  3. Un mapa mental es un objeto que permite utilizar al máximo nuestras capacidades mentales.
  4. Un mapa mental es el instrumento más eficaz para tomar notas o planificar tu pensamiento.

Por si todavía no os habéis hecho a la idea lo que es un mapa mental, su creador lo compara (bastante acertadamente, en mi opinión) con un mapa de carreteras, vamos, de esos que todos conocemos:

  • Nos proporciona una visión global de un área.
  • Te permite orientarte. Lo que se traduce en saber dónde estás y también hacia dónde vas.
  • Agrupa una gran cantidad de información en poco espacio.
  • Facilita la toma de decisiones y, en consecuencia, la solución de problemas.
  • Es fácil de consultar y recordar.

No sé si las teorías neurocientíficas a favor de los mapas mentales serán ciertas o no. Lo cierto es que un mapa de carreteras es manejable, contiene mucha información en una sola hoja (y mucha más si utilizamos iconos para los monumentos, hoteles, estaciones de servicio, etc) y recordamos las distancias mucho más fácilmente ya que añade al mero dato un componente visual.

Tony Buzan propone los mapas mentales como solución a un montón de problemas. Sinceramente, yo no le veo idéntica utilidad en todos ellos pero si quería resaltar la utilidad de los mapas mentales en algo en que sí los uso con frecuencia: la elaboración de esquemas.

Por ejemplo, a la hora de escribir una entrada de esta página intento estructurar mis ideas previamente para que no salga un churro ininteligible.

Una manera de hacerlo es mediante la herramienta gratuita Freemind (que os podéis descargar desde aquí). Los mapas mentales que produce esta herramienta no son comparables a los que podemos conseguir haciéndolos a mano (o incluso a los que se obtienen con otros programas de pago) pero creo que para la realización de esquemas son suficientes.

Veamos, antes de escribir en la página las dos entradas:

¿Por qué necesitas técnicas de productividad? (I)

¿Por qué necesitas técnicas de productividad? (II)

Diseñé el mapa mental que os podéis descargar desde aquí

Como podéis comprobar, el mapa mental me sirvió para llevar a buen puerto la escritura de ambas entradas, tocando todos los temas que quería tocar. Además, si tuviese que dar una charla sobre técnicas de productividad podría utilizar este mismo mapa mental para guiar mi exposición.

Aunque se sale del tema, dar una charla apoyándose en un espeso documento de Word o un Powerpoint atiborrado de datos es uno de los mayores errores que podemos cometer. Si, por el contrario, basamos nuestra exposición en un mapa mental, la charla resultará algo mucho más flexible y ameno, donde el ponente resultará decisivo para comunicar el mensaje. Además el mapa mental establece el justo equilibrio entre la improvisación absoluta y tener un control de dónde estamos y hacia dónde vamos en la propia charla, para beneficio de todos.

En resumen, os recomiendo que empecéis a utilizar los mapas mentales desde ya mismo. No es necesario que tengáis que escribir o hablar de algo, simplemente es una excelente manera de resumir un artículo, libro o conferencia.

Otro día profundizaremos más en cómo hacerlos correctamente y en qué tipos de utilidad podemos darle aparte de la confección de esquemas.