Controla tus impulsos y vence la procrastinación
“Si la mente humana fuese tan simple que se pudiera entender,
seríamos tan simples que no podríamos entenderla”
Emerson Pugh
El libro “Procrastinación” de Piers Steel es un completo estudio sobre la procrastinación o como él la define “la conducta de dejar irracionalmente las cosas para más adelante”. Es un libro serio, en cierto modo un resumen de su extensa carrera académica, basado en el poder del metaanálisis (extraer matemáticamente las concordancias de los resultados de miles de estudios), una técnica en la que el autor es un reputado experto.
La inclusión del término irracional en la definición del autor es fundamental. Para el doctor Steel, si no existe este componente no podríamos hablar de procrastinación. Por ejemplo, si no hago algo porque creo que es posible que la necesidad desaparezca o sé que tengo tiempo para hacerlo a última hora, esto no es procrastinar sino ser inteligente. Un matiz importante sobre todo lo que había leído hasta el momento.
Según el amigo Pier, el talón de Aquiles de los procrastinadores (y todos los somos en mayor o menor medida) es la impulsividad que él define como “vivir impacientemente en el momento y quererlo todo ahora mismo. A los impulsivos les resulta difícil planificar el trabajo por adelantado y se distraen fácilmente incluso cuando ya se han puesto a trabajar”. El hecho de no tener la capacidad de diferir una recompensa a corto plazo, es el rasgo principal del procrastinador.
Curiosamente, el doctor Steel descarta el perfeccionismo como uno de los factores que provocan la procrastinación algo que hasta ahora siempre se había venido manejando. Cito literalmente: “los perfeccionistas esmerados, ordenados y eficientes, no tienden a marear la perdiz”. Según él, los perfeccionistas que procrastinan son más tendentes a ir al psicólogo y figuran en el top de las conclusiones emitidas por las asociaciones de psicólogos. Interesante cuando menos.
A lo largo el libro trabaja con tres estereotipos que ejemplifican los diferentes problemas de los procrastinadores:
- Eddie, el que no espera gran cosa: un vendedor que ha perdido la fe en sus habilidades y cuya única expectativa es recibir “no” tras “no” por parte de sus clientes. Según Pier, los procrastinadores tienen menos confianza que el resto en sacar adelante las tareas que posponen. La receta es clara: una buena confianza en uno mismo.
- Valerie, la que no le ve el valor: una funcionaria que no aprecia ningún valor en el trabajo que hace y por lo tanto procrastina. Según Piers, cuanto menos valor tenga una cosa para nosotros más nos costará ponernos a hacerla. Si bien al principio decíamos que los impulsivos buscan el placer por encima de todo, el problema de Valerie es que no obtiene ningún placer de lo que hace. Así pues, lo que va quedando claro es que no hay receta universal y el tema de la procrastinación es tan complejo como lo somos cada uno de nosotros.
- Tom, sensible al tiempo: se trata de un personaje impulsivo, centrado en el placer instantáneo pero poco meticuloso, propenso a la distracción y con un bajo autocontrol. El paradigma del procrastinador que ve el presente de manera concreta pero es incapaz de dejar de ver el futuro como algo abstracto y nebuloso. Por eso, es incapaz de planificar unas vacaciones con tiempo y cuando lo hace, todos lo mejores hoteles están reservados, los vuelos son más caros y ya no hay sitio en las mejores atracciones. Su procrastinación empeora su calidad de vida.
Estos tres personajes simbolizan la expectativa, la valoración y el tiempo, las tres piedras angulares sobre las que trabajar cuando hablamos de evitar la procrastinación. De hecho en el libro transforma estos valores abstractos en “la ecuación de la procrastinación” y trata de demostrar matemáticamente la importancia de dichos factores y sus consecuencias. Sin duda un tema polémico el de tratar de modelizar matemáticamente ciertos comportamientos humanos.
En el libro podréis encontrar muchísimas teorías basadas en la estadística, neurobiología, matemáticas, psicología, economía e incluso una interesante teoría evolutiva, así como toda una aproximación histórica de la procrastinación. No sé, un montón de curiosidades que no os voy a desvelar pero que me han resultado bastante entretenidas.
Por ejemplo, y creo que con buena lógica, el doctor Steel defiende que cuando somos jóvenes somos más propensos a procrastinar ya que encontramos mayor disfrute y novedad en el placer inmediato que cuando somos mayores. En esto último influye la cercanía de la muerte que nos convierte en propensos a evitar dejar las cosas para más tarde pues puede que, sencillamente, no haya “más tarde”.
¿Qué soluciones propone?
Según el doctor Steel “una planificación adecuada permite transformar fechas de entrega lejanas en objetivos diarios, de manera que la propia impulsividad actúe a favor de uno mismo en vez de en contra”.
Asimismo, resulta muy interesante y serio el tratamiento que hace del optimismo y la confianza en uno mismo como palancas clave para vencer la procrastinación. La importancia de las victorias vicarias (modelizando las victorias de otras personas que sí han triunfado) como elementos motivadores y de la visualización. Ojo, que no todo es fantasía y piruleta, como él mismo dice “cuando la confianza se sale de madre y no se justifica, alimenta la procrastinación: el exceso de confianza tiende a descartar que vaya a haber problemas graves y, después, se tarda en reaccionar cuando se producen”.
En cuanto a encontrar valor en lo que haces, los tiros van por evitar el aburrimiento haciendo que las tareas nos resulten más exigentes (incluso habla de algo tan de moda hoy como gamificar nuestras tareas aunque no emplee ese término), conectar nuestras tareas con nuestras metas a largo plazo y concebir nuestras metas siempre en función de lo que queremos lograr (metas de acercamiento) y no de lo que queremos evitar (metas de evitación).
Por último y sobre el control de la impulsividad sus consejos van desde evitar las distracciones banales que capturan nuestra atención (avisadores de correo, por ejemplo) a limpiar el sitio de trabajo. Es muy interesante su defensa de la planificación y la demostración gráfica del poder de las submetas o del divide y vencerás, algo que creo que merece una entrada propia en el blog.
En definitiva, “Procrastinación” de Piers Steel es un libro sumamente interesante que merece más de una lectura tanto por su amplitud como por estar escrito en un lenguaje a veces un poco “duro” de leer. Por cierto, si a alguien le desanima la extensión (380 paginas en la edición de bolsillo) que no se amilane tanto porque las últimas 100 páginas son notas académicas y referencias.
Un abrazo y no sigáis el ejemplo de Mark Twain (junto con Oscar Wilde dos de los más grandes cínicos) que decía:
“No dejes nunca para mañana lo que puedas hacer pasado mañana”