Eliminando un hábito negativo: fumar

Cuando este lunes 1 de diciembre de 2014 se publique esta  entrada, llevaré unas horas siendo un ex-fumador. Así, como suena, con dos cojones.

Durante este año 2014 he conseguido implementar varios hábitos: desde cambiar el modo de alimentarme (adelgazando 13 kg) a empezar a hacer ejercicio o escribir un diario. Sin embargo, el reto al que me enfrento ahora es radicalmente diferente. Se trata de eliminar un hábito negativo de mi vida.

Mientras que, en los ejemplos anteriores, o bien se trataba de hábitos nuevos (el diario) o de recuperar hábitos abandonados (el deporte) o de sustitución de los ya existentes (re-aprender a comer), ahora hablamos de suprimir un hábito de cuajo, de eliminarlo sin sustituto.

Para mí,  dejar de fumar es todo un reto en el que fracasé  en dos intentos anteriores, hace ya unos años.

Comparto a continuación qué es lo que voy a hacer para dejar de fumar. No es el único hábito negativo que tengo y que me gustaría eliminar pero sí es el más pernicioso a todos los efectos.

Quizás, este pequeño guion sirva a otros; a otras personas y para otros hábitos que queráis eliminar. Ahí va:

1º He identificado el problema.

En este caso no es que haya sido muy difícil. Llevo unos veinte años fumando y mis dedos amarillos, el olor de la ropa, el mal aliento, etc. me identifican como fumador. No sólo eso. Aprovecho cualquier resquicio para echar un cigarro: un café, una conversación, un desplazamiento entre dos reuniones, etc.

¿Tengo un problema?

Sí, tengo un problema. Un problema, en este caso y desde mi punto de vista, que se caracteriza por dos cosas:

  • Es el hábito el que tiene el control sobre mí y no al revés. Como buen hábito, se repite automáticamente y está anclado a multitud de disparadores.
  • Tiene consecuencias negativas en mi vida como expongo a continuación.

2º He identificado las consecuencias.

Fumar afecta negativamente a mi vida en muchas cosas. Las tres principales:

  • Salud: No sé si haber fumado durante estos años me provocará un cáncer o no. No hablo de eso. Evidentemente si fumo estoy comprando boletos para un sorteo con un mal premio. Hablo de algo más sencillo y más presente. Físicamente no me deja rendir al 100%. Esto ha quedado mucho más en evidencia, si no lo estaba ya suficientemente, cuando he empezado a correr. Hablo de que me impide respirar mientras corro, recuperarme de un sprint, etc. Además soy asmático y, Ventolín en un bolsillo y paquete de tabaco en otro, es una gilipollez total.
  • Económicamente: Es un gasto. Y es un gasto importante. En mi caso fumar me cuesta 135 € al mes o 1.620€ al año. Un pico, ¿no? Con ese dinero puedo hacer unas cuantas cosas.
  • Socialmente: Los fumadores nos hemos convertido en apestados. Es algo que no me importa demasiado pero que también influye. Si tengo que bajar a la puerta, en mi trabajo, para fumar un cigarro, no me gusta. Si tengo que salir de un restaurante para fumar, no me gusta.

Resumiendo, fumar no me permite ser libre, es algo que manda sobre mí y, además, está cohibiendo algunos de los hábitos positivos que he conseguido últimamente y quiero mantener y potenciar.

Aquí, dando la vuelta a lo negativo, positivándolo, es dónde tengo que encontrar mi motivación.

3º Me voy a alejar de los disparadores.

Bueno, en mi caso y hablando de fumar, más que un disparador determinado tengo un campo de minas bajo mis pies.

Lo que debo evitar son los disparadores que asocio con el placer de fumar. Algunas personas dicen que fumar no es placentero y, objetivamente, lo cierto es que no lo es. No obstante, yo sí que asocio  ciertos cigarros con sensaciones placenteras. Esencialmente, estos momentos están relacionados con el café, la lectura y el ordenador (en casa).

Por lo tanto, eliminaré directamente el café con el que empezaba el día y que llevaba inevitablemente ligado un cigarro y durante tres semanas voy a tratar de estar menos frente al ordenador (o hacerlo desde el móvil y/o desde en otro lugar) y, cuando lea, no lo haré en el mismo sitio donde lo haría fumando.

4º Voy a reforzar hábitos alternativos.

Cuando se trata de eliminar un hábito como el fumar no es posible sustituirlo por otro. Creo que esta es una de las dificultades clave. Es más fácil crear un hábito o sustituir otro que eliminarlo por completo.

No voy a usar ningún medicamento, ni chicles, ni caramelos, ni nada de eso. No quiero salir de una adicción creando otra.

Simplemente voy a tratar de hacer más deporte. Esencialmente correr porque creo que me va a ayudar a descargar la mala leche que inevitablemente voy a tener durante las primeras semanas y, además, espero que me motive experimentando una clara mejoría. Si el tiempo no acompaña y correr se vuelve un infierno, saldrá a pasear.

Aparte voy a experimentar con un nuevo hábito. Voy a  escribir en una cartulina mis motivos para dejar de fumar:

  • Dejar de fumar me hace más libre.
  • Dejar de fumar me permite estar más en forma.
  • Dejar de fumar mejora mi salud.
  • Dejar de fumar me proporciona un dinero extra.
  • Dejar de fumar me permite disfrutar más de la vida.

Lo voy a usar como mantra y lo leeré durante las tres primeras semanas, a la mañana, a mediodía y a la noche, y siempre que tenga ganas de echar un cigarro. Lo llevaré en la cartera.

Me siento un poco ridículo haciendo esto pero, no es coña, lo voy a probar. Aquí lo tenéis:

DejarFumar2

 

5º Tendré especial cuidado al principio y no contemplo excepciones.

En el caso del hábito de fumar, tengo claro que hay dos dificultades:

  • Durante un máximo de tres semanas, una adicción física a la nicotina y otras mierdas que meten dentro de los cigarrillos. En este periodo, agua, ejercicio y aguantar el síndrome de abstinencia contando hasta diez y respirando profundo en mi relación con los demás si no la quiero liar.
  • Durante todo el proceso y para siempre, tolerancia cero. Esto significa ni un solo cigarro o excepción. Tengo claro que si bajo la guardia volveré al principio. Es algo que ya he padecido.

6º Compartiré mi compromiso y sumaré presión positiva.

Esto es lo que estoy haciendo ahora mismo. Aparte de investigar sobre los hábitos, en general, en esta ocasión uso el blog como un sitio donde hacer público mi reto.

Esto me produce una motivación extra y una presión positiva adicional. Comparto aventura con mi pareja lo que también suma presión positiva. Lo haré público en el trabajo, con mis amigos, con mis padres y familia, etc.

Se trata de que el hecho de hacer público tu compromiso te empuje, de alguna manera, a mantenerlo.

Y bueno, esto es todo. Iré informando por aquí de mis avances. Llevo tiempo pensando en ello y finalmente me he decidido a pasar a la acción. Ahora mismo, cuando escribo esto tengo mis dudas sobre si es o no el mejor momento pero creo que voy a hacer mía y adaptar esa frase que dice:

El mejor momento para dejar de fumar fue hace veinte años. El segundo mejor momento es hoy.

Imagen | Pulmones-cigarros