Focus, la belleza de la desconexión

Focus es un libro escrito por Leo Babauta y traducido al español por Homo mínimus. Existe una versión completamente gratuita y compartida bajo la denominación de uncopyright que, básicamente, hace que todo el contenido sea de dominio público. Si no habéis leído aún a Leo Babauta tenéis ante vosotros una excelente oportunidad para hacerlo. Leo es un especialista en simplicidad y minimalismo. No esperéis complejos sistemas de productividad personal pero sí excelentes consejos.

El libro gratuito en inglés podéis descargarlo desde aquí y para la versión en español deberéis de hacerlo desde la entrada del blog de homo mínimus. Si tenéis algún problema podéis contactarme y si me dais vuestro correo electrónico os mando ambos.

Para que os hagáis una idea, voy a compartir un capítulo que me gusta mucho, con alguna mínima corrección propia:

La belleza de la desconexión

“Sin gran soledad ningún trabajo serio es posible.”

Pablo Picasso

Hay días en que me levanto y me niego a encender internet, y me siento quieto con mi taza de café en el silencio que llena las horas justo antes de amanecer. Escuchó el silencio. Reflexionó sobre la vida. Me sumerjo en una novela. Algunos días me siento y escribo, sólo mis pensamientos y el silencio y el suave sonido del teclado.

Y es bello.

Otros días, salgo a correr y disfrutar del aire fresco, salado cuando corro junto al océano, dulce cuando paso al lado de un campo de flores salvajes, saturado con luz tenue. Y éste es un tiempo maravilloso para mí, mientras disfruto del momento, mientras me remojo en la calma, mientras me deleito en mi conexión con la vida y mi desconexión con la tecnología.

Otras veces me siento con un amigo y tomo una taza de café y charlamos. Discutimos sobre política o sobre qué sistema operativo es mejor o nos gastamos bromas o compartimos historias. Mientras, estamos desconectados de la tecnología.

Y algunos días, doy un paseo o voy a correr con mi mujer. O me siento con mi hijo y leemos o simplemente jugamos.

Estos son momentos inigualables.

Estos son los momentos en que la desconexión muestra su rostro glorioso, cuando la vida aparece en todo su esplendor, cuando estamos completamente conectados al mundo junto a nosotros, mientras seguimos desconectados del mundo en general.

Estos momentos han llegado a ser cada vez más raros y fugaces debido a nuestra conexión con la tecnología. Y esta es una cosa triste.

No soy un ludita –no creo que debamos renunciar a la tecnología. Me ha dado la carrera profesional y la vida que siempre quise, donde puedo jugar para ganarme la vida, crear, ser un escritor a tiempo completo, ayudar a otros y vivir una vida simple. La tecnología nos ha dado poder y soy tan defensor de las últimas tecnologías como cualquiera.

No es de la tecnología de lo que tenemos que tener miedo. Es de una vida donde siempre estamos conectados, siempre interrumpidos, siempre distraídos, siempre bombardeados con información y demandas. Es de una vida donde no tenemos tiempo para crear o conectar con gente de carne y hueso.

La desconexión es la solución, o al menos una parte integral de ella. Es muy difícil para mucha gente porque la conexión es adictiva. Hablaremos más sobre ello en un momento.

Los beneficios de la desconexión

¿Por qué debemos siquiera considerar la desconexión de la red de información y comunicación? Veamos sólo unas pocas razones:

  • Cortas las interrupciones y distracciones del correo electrónico, Twitter, Mensajería instantánea, blogs, noticias y demás.
  • Te proporciona espacio para centrarte y trabajar.
  • Te permites espacio para crear.
  • Te puedes conectar con gente de carne y hueso sin distracciones.
  • Puedes leer; ya sabes, libros.
  • Puedes lograr mucho más.
  • Te permites un descanso del estrés de la sobrecarga.
  • Puedes encontrar silencio y paz de espíritu.
  • Puedes reflexionar y dedicarte a la contemplación.

Hay una docena de otras buenas razones, pero creo que ésas son útiles para nuestras necesidades.

Cómo desconectar

Entonces, ¿cómo hacemos para desconectar? Hay estrategias variadas, y ninguna mejor que cualquier otra. Yo no te diré qué funcionaría mejor para ti –sugiero que experimentes y encuentres un método que se ajuste mejor a tus necesidades y situación. A menudo eso será un enfoque híbrido, lo que está muy bien –todas las personas son diferentes y ningún enfoque genérico valdrá para todos.

Algunas ideas:

  1. Desenchufa. Simplemente desenchufa tu conexión a la red o cable, o apaga el router o ve a la configuración de tu conexión y deshabilítala temporalmente. Cierra tu navegador y abre otro programa para que así puedas centrarte en crear sin distracciones. Haz esto tanto tiempo como puedas.
  2. Ten un tiempo de desconexión cada día. Es como establecer horas de tutoría o atención si eres un profesor –estableces las horas que son mejor para ti e incluso puedes comunicar a la gente cuáles son esas horas. Digamos que estás desconectado de 8-10 a.m. todos los días o 4-5 p.m., o incluso todo el tiempo después de las 2 p.m. Dile a la gente tu política, para que sepan que no estarás disponible para el correo electrónico o la mensajería instantánea. Y usa este tiempo para crear.
  3. Trabajar en cualquier lugar sin una conexión. Para mí, esto podría ser la biblioteca –aunque tiene ordenadores con acceso a Internet, no hay internet sin cables en mi biblioteca. Algunos de vosotros tendréis que buscar por un buen edificio que sea silencioso pero que no tenga wifi gratuita. Ve a esta zona desconectada preparado para crear, o quizá simplemente para relajarte y disfrutar del silencio.
  1. Sal fuera. Deja tus aparatos detrás y ve a dar un paseo o a correr o a dar un paseo en bicicleta. Disfruta de la naturaleza. Contempla una puesta de sol, ve a la playa o al lago o al río o al bosque. Llévate a tu niño o a tu esposa o amigo. Recarga tus baterías, reflexiona y dedícate a la contemplación.
  2. Deja tu móvil detrás o apágalo. Cuando estás moviéndote no necesitas estar siempre conectado. Cierto, el iPhone y el Android y el Blackberry están muy bien, pero sólo alimentan nuestra adicción, hacen el problema peor que nunca. Si estás conduciendo, apaga el móvil. Si tienes una reunión con alguien, apaga el móvil para que así te puedas centrar en esa persona completamente. Si estás fuera con tu familia o amigos y no estás trabajando… deja el móvil en casa. No necesitas interrumpir este tiempo personal por el trabajo o tu impulso de comprobar las cosas.
  3. Usa programas de bloqueo. Si estás haciendo trabajo en tu ordenador, puedes usar varios tipos de programas para desconectarte de internet o al menos de las partes más distractoras de ella. Por ejemplo, puedes usar programas para para bloquear el correo electrónico vía web, Twitter, tus sitios favoritos, blogs favoritos y demás –cualesquiera que sean tus peores distracciones, puedes bloquearlas selectivamente. O bloquea todo la navegación por internet. Hablaremos más sobre programas en un capítulo posterior sobre herramientas.
  4. Alterna conexión y desconexión. Hay un gran número de variaciones sobre este tema, pero digamos que te desconectas 20 minutos, entonces conéctate por un máximo de 10 minutos sigues haciéndolo alternativamente en esos intervalos.
  5. Desconecta cuando estés fuera de tu trabajo. Una buena política es dejar tu trabajo detrás, cuando has acabado con tu trabajo, y una mejor política es estar desconectado durante ese tiempo; si no, el trabajo se colará en el resto de tu vida. Dibuja una línea en la arena y di: ―Después de las 5 p.m. (o la hora que sea), no estaré conectado, me enfocaré en mi familia y en mis otros intereses.

Cómo vencer la adicción a la conexión 

Estar conectado es una adicción –y es una que puede ser extremadamente difícil de vencer. Créeme, yo mismo lucho con ella todo el tiempo.

Como cualquier adicción, la conexión tiene refuerzos positivos muy rápidos y sólo consecuencias negativas en el largo plazo. Cuando tomas drogas o comes comida basura, por ejemplo, obtienes placer instantáneo pero los efectos negativos sobre la salud no se sienten hasta mucho, mucho más tarde, cuando ya eres definitivamente un adicto. Por eso, tienes el refuerzo positivo inmediatamente, cada vez que haces la actividad adictiva, como comer dulces o tomar drogas, dándote una dosis de placer y haciendo que quieras hacer la actividad de nuevo tan pronto como sea posible. Obtienes el refuerzo positivo una y otra vez en un ciclo constante de refuerzo positivo, y enseguida te has convertido en un adicto.

La conexión funciona de la misma manera. Cuando revisas el correo electrónico y recibes un mensaje nuevo, es como una pequeña validación de que eres digno de la atención de alguien –nuestro ego crece un poco, obtenemos un pequeño placer de esto. Cuando revisamos el Twitter o nuestro lector de fuentes y vemos algo que capta nuestra atención, eso es un refuerzo positivo, una pequeña recompensa por la revisión. Y por eso volvemos a revisar una y otra vez hasta que nos volvemos adictos.

No es hasta mucho más tarde que sentimos las consecuencias, si es que las reconocemos. Meses o años después, mucho después de que seamos adictos, nos damos cuenta de que estamos pasando todo nuestro tiempo en línea, de que nuestras vidas han sido ocupadas, de que hemos perdido la habilidad para encontrar calma y foco, que nuestro tiempo creativo y energías han quedado erosionadas por estas adicciones.

Entonces, ¿cómo vencemos esta adicción?

De la misma manera que vences cualquiera otra adicción. Rompiendo el ciclo de realimentación positiva y reemplazando el viejo hábito por uno nuevo.

Y aunque vencer las adicciones es en verdad un tema para acometer en otro libro, resumamos brevemente algunas estrategias rápidas que puedes usar para vencer esta adicción:

  • Averigua tus disparaderos. ¿Qué cosas disparan tus hábitos? Normalmente es algo que haces cada día, algo que te lleva directamente a tu comportamiento adictivo. Haz una lista de ellos.
  • Encuentra un hábito positivo nuevo que reemplace el hábito anterior para cada disparadero. Por ejemplo, cuando estaba dejando de fumar, necesité un nuevo hábito para aliviarme del estrés (correr), una cosa nueva que hacer después de las reuniones (escribir mis notas), una cosa nueva que hacer con el café del mañana (leer) y así sucesivamente.
  • Intenta cambiar los disparaderos, uno cada vez. Así que si lo primero que haces en la mañana es mirar tus blogs, crea un nuevo hábito para no abrir tu navegador y en su lugar abrir un editor de textos simple y empezar a escribir.
  • Crea realimentación positiva para el hábito nuevo. Si el nuevo hábito es algo con lo que no disfrutas, lo abandonarás pronto. Pero si es algo con lo que disfrutas, que te da realimentación positiva, eso es bueno. Los elogios son también una buena realimentación positiva –hay muchas, y tendrás que arreglar tu cambio de hábito para que obtengas realimentación positiva casi instantánea.
  • Crea realimentación negativa instantánea para el viejo hábito. En lugar de que la realimentación negativa de conectarte en línea sea a largo plazo, quieres algo de realimentación negativa instantánea: por ejemplo, crea una regla para tener que llamar a alguien y decirle que fracasaste si te conectaste después de un cierto disparadero. Hay montones de clases de realimentación negativa –quizá tengas que llevar un registro y publicar tus fallos en un blog o algo parecido.
  • Repite el ciclo de realimentación positiva tan a menudo como sea posible para el nuevo hábito. Pronto, después de unas pocas semanas, se convertirá en un nuevo hábito y el viejo estará en su mayor parte derrotado. Repite lo mismo para el siguiente disparadero.

Empezar poco a poco, con sólo un disparadero cada vez, es una buena manera de tener éxito.


 

Aparte de la versión gratuita, existe una versión premium  del libro electrónico (a 34,95$) que contiene capítulos adicionales, videos, entrevistas con, por ejemplo, David Allen y tres guías de productividad más de Leo Babauta. También está, en inglés y sólo el libro, en Amazon en papel y  versión para Kindle (ésta última por 7,62 €).

 

Podéis conseguir la versión completa y toda la información en focusmanifesto.com.