Las rutinas de seis CEO españoles para ser más productivos

“El ojo del CEO hace más trabajo que sus dos manos”
Benjamin Franklin (adaptado)
Hace un par de meses salió publicado en El país un artículo que me llamó la atención “Las rutinas de seis CEO españoles para ser más productivos” y al que os aconsejo que echéis un vistazo.
El artículo, aparte de tener un cierto tufillo promocional de las empresas de los CEOs entrevistados, nos permite acercarnos a las rutinas de personas que supuestamente han de estar muy ocupadas (y preocupadas) en su día a día profesional.
Tratando de desbrozar el artículo, desde el punto de vista de la productividad personal, me gustaría destacar algunos puntos interesantes:
Malos hábitos
En mi opinión es destacable lo poco que madruga la gente. Cierto es que todos ellos tendrán una larga jornada por delante pero, en especial para las personas muy ocupadas y con muchas personas a su cargo o mucha actividad social, creo que el oasis de las primeras horas de la mañana puede resultar imprescindible para poder avanzar en tus objetivos. Ya que soy el jefe, yo trabajaría en fijarme un horario más ajustado a mis necesidades y no a las de los demás.
También me llama la atención que la mitad de los entrevistados comiencen su jornada laboral revisando el email o su móvil. Si sumamos esto a lo anterior, tenemos que las que muy posiblemente son las mejoras horas del día desde el punto de vista productivo, se van en tareas de “baja intensidad”.
Otra cosa que me llama la atención, es el uso confeso de los avisadores (de email o del organizador de citas), la dependencia de los dispositivos móviles de alguno de ellos y la ausencia de un sistema de organización (concretamente de archivado) para gestionar la que supongo debe ser ingente cantidad de información que maneja una persona de estas características.
Buenos hábitos
Destacable el hincapié que hacen muchos en dormir bien. Aunque habría que analizarlo más en detalle, creo que, aparte de ser muy necesario, este buen hábito está relacionado con el primero de los malos hábitos que enumeraba: no madrugar. Me da la impresión de que muchos de ellos se acuestan tarde y tienen problemas para dar por finalizada su jornada lo que les lleva a que dormir bien, pongamos ocho horas (alguno habla de un mínimo de siete horas y media), se traduzca en no madrugar.
Otro punto común que extraigo es la habilidad de contestar con mensajes cortos y explícitos a las demandas que les llegan por email o redes sociales en general. Lo bueno, si breve, dos veces bueno que se dice. Incluso uno de ellos dice tener unas franjas horarias determinadas para la gestión de sus emails. ¡Chapeau!
Otra buena práctica, común a la mayoría, es la revisión diaria; determinar las actividades del día es, en primera instancia, una buena práctica aunque muchos GTDianos dirían que las hay mejores.
Algunas otras prácticas que calificaría como buenas aunque no comunes a todos ellos serían: borrado de muchos mails genéricos o en los que simplemente se está en copia (mención especial a uno de los CEOs que indica que “educa” a sus colaboradores para que no lo hagan), practicar deporte, empezar con un buen desayuno, fijar objetivos y el uso de algunos programas de ayuda (citándose aplicaciones como Evernote como recopilador, Trello para el trabajo colaborativo y Google Calendar para gestionar las citas).
Un par de curiosidades: la importancia que uno de ellos da al buen humor (algo demasiado minoritario para mi gusto) y la recomendación de leer en papel y no en dispositivos electrónicos justo antes de irse a dormir (algo que no he podido evitar relacionar con mi comentario a “Superficiales”).
En resumen que para “triunfar” no es necesario ser un crack de la productividad personal. No creo que ninguno de ellos ni siquiera conozca muchas de las cosas de las que hablamos aquí. Ahora bien, no tengo tan claro, que para vivir y no sobrevivir (y me refiero a que todos ellos hablan de los hijos y de la implícita conciliación laboral, por ejemplo), no sea necesaria un poquito (o un “muchito”) de productividad personal.
Y vosotros, ¿qué puntos fuertes y débiles tenéis?
Imagen | CEO