La perseverancia de Derek

“Si te caes siete veces, levántate ocho”
[Proverbio chino]
A veces, el deporte nos brinda magníficas oportunidades de descubrir la grandeza del ser humano. Y no me refiero precisamente a conseguir records que se mantienen por décadas sino a ese momento en el que hombre queda desnudo ante sí mismo con miles de ojos observando su reacción.
Hoy quiero compartir con vosotros la historia de Derek Redmon, un atleta británico de élite, favorito a la medalla de oro en las olimpiadas de Barcelona 1992. Quizás alguno de vosotros recordéis la historia.
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«Entre dos explicaciones, elige la más clara; entre dos formas, la más elemental; entre dos expresiones, la más breve.«
Eugeni d’ Ors (1881-1954) Escritor español.
Hace poco he diseñado una aplicación informática (retomando viejos tiempos) que envía correos electrónicos automáticos a determinados roles y en determinados estados. He aplicado un par de ideas de productividad en estos correos que me gustaría compartir con vosotros.
Me voy a centrar hoy en el asunto de los correos que envía. Para que os hagáis una idea y obviando el cuerpo de los correo que no tiene ningún interés, el asunto de estos correos automáticos el de tipo:
Hablamos de…¡Tráguese ese sapo!

“No resolverá sus problemas de administración del tiempo siendo más productivo”
Brian Tracy
La verdad es que como “no sólo de David Allen vive el hombre”, decidí leer este libro titulado ¡Tráguese ese sapo! de Brian Tracy. El amigo Tracy es uno de esos hombres hecho a sí mismos (¿todos los triunfadores en EEUU han empezado fregando platos?) que me cae bien por alguna de las cosas que dice: afirma probar en sus propias carnes las ideas que recopila antes de aconsejarlas en sus libros o seminarios, propone averiguar qué es lo que hace la gente exitosa y hacer los mismo hasta obtener los mismos resultados (echad un ojo al modelado de conductas que propone la PNL) y se confiese un lector ecléctico que se dedica, modestamente, a recopilar información.
Sal de tus zonas de confort

“Usted no tiene quince años de experiencia, usted tiene un año de experiencia repetido durante los últimos quince”
Fdo. nuestra peor pesadilla de RRHH
Entendemos como zonas de confort las acciones que somos capaces de realizar habitualmente con control sobre las mismas, con seguridad y sin riesgos, en definitiva, aquello que dominamos. Hábitos que hemos desarrollado de manera eficiente y que constituyen nuestro arsenal de “habilidades”. Aquello en lo que somos buenos.
Parece todo positivo ¿no? Entonces, ¿por qué querer salir de nuestras zonas de confort?