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¿Implica la productividad un camino en solitario?

Hoy toca darle un poco vueltas a la cabeza sobre una pregunta un tanto inquietante: ¿Implica la productividad un camino en solitario?
Lo cierto es que los “adalides” de la productividad son en su mayoría consultores que han optado por ese camino en solitario. Vale, se relacionan con mucha gente pero ellos a la hora de la verdad sus alubias se las gestionan por su cuenta.
Veamos, cuando uno comienza a interesarse por la productividad suele disfrutar de un cambio muy grande en sus resultados. Es como la fase de enamoramiento: sentimos eso que sólo se siente en ese preciso instante. Y de verdad que es bastante asequible alcanzar ese estadio, no hace falta ser ningún gurú.
Breve manual para organizar tus reuniones

“Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan.”
[Jules Renard]
Vaya por delante que buena parte de mi jornada laboral consiste en asistir a reuniones y/o convocarlas y organizarlas y, quizás sea por eso, las odio especialmente o, maticemos, odio perder el tiempo en las mismas. Lamentablemente esto último es algo más frecuente de lo que se pueda uno imaginar.
Si queremos ser productivos hemos de guardar nuestra cartera de los ladrones de tiempo principales. En mi caso, mis ladrones de tiempo más comunes son: las reuniones, el teléfono, y las interrupciones imprevistas. El email es otra herramienta que muchos catalogarían como ladrón de tiempo pero, al menos en mi caso, no lo es ya que es la principal herramienta de trabajo y lo tengo “medianamente controlado”.
Y tú, ¿sufres de Diógenes organizativo?

El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento muy serio que normalmente afecta a personas de avanzada edad y uno de cuyos síntomas es la acumulación de “basura” sin sentido.
En el mundo de la productividad personal podemos encontrar personas que manifiestan este síntoma. Son personas que usualmente consideran que esto de la productividad no tiene ningún sentido y van a su rollo. Este abandono personal y “social” es otro síntoma compartido con los verdaderos enfermos de Diógenes.